La gran historia del feminismo by Séverine Auffret

La gran historia del feminismo by Séverine Auffret

autor:Séverine Auffret [Auffret, Séverine]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Divulgación, Historia
editor: ePubLibre
publicado: 2018-01-01T00:00:00+00:00


EL RESPETO A LAS MUJERES

«Ese orgullo de la mujer, que le hace apartar,

por el respeto que le inspira,

toda impertinencia de parte del hombre,

y el derecho de exigir consideración

aunque no la merezca,

se afirman en ella en el nombre mismo de su sexo.

La mujer rehúsa, el hombre pretende;

cuando ella concede, es un favor».

IMMANUEL KANT

Las mujeres, como categoría humana genérica, ¿merecen de parte de los varones una forma particular de respeto, signo de un progreso social y de un humanismo moderno ilustrado? Una reacción histórica al surgimiento de un libertinaje femenino, en el doble escenario del conocimiento y de las costumbres, apareció singularmente en el siglo llamado «de los filósofos». Sarah Kofman habla así del concepto de «respeto a las mujeres» en Jean-Jacques Rousseau y en Immanuel Kant. Veremos esta reacción histórica reciclada en la actualidad por algunos de nuestros contemporáneos. Los hombres deberían respetar a las mujeres porque las mujeres serían respetables… con un respeto muy particular.

Un feminismo ingenuo podría ver en esta obligación moral una ventaja: una sacralización que explica en gran parte el éxito obtenido por Rousseau en un abundante público lector femenino. El respeto a las mujeres haría elevar a las mujeres desde una infamia en la que las habían hundido las viejas ideas. Sin embargo, ¡cuidado con el exceso de honor que reemplaza a un exceso de infamia!

Sarah Kofman empieza su libro, del mismo nombre (Le respect des femmes, Galilée, 1982), distinguiendo nueve sentidos de la palabra «respeto». Mencionaré dos, los más opuestos: «Deferencia hacia lo que es superior» y en francés, en la expresión «tenir en respect», que significa «mantener a raya», contener, imponer. Respetar a las mujeres como «moralmente superiores» sería una manera hábil de contenerlas e imponerse a ellas.

Respetables y respetuosas. Pero el respeto a las mujeres no era genérico. Oponía, por el contrario, a una categoría de mujeres no respetables con aquellas que lo eran, o debían serlo. Afirma Sarah Kofman: «Respetar a las mujeres, tener atenciones con ellas era, en efecto, mirarlas con una mirada completamente distinta que a las prostitutas […], introduciendo una distancia separadora, obligando a mantenerse alejado, otorgando alguna tregua reparadora». Era muy distinto con la categoría de aquellas a las que se ubicaba bastante bajo y bastante cerca como para usarlas sexualmente: lo que el lenguaje inscribe en la expresión «faltarle el respeto a una mujer».

Sarah Kofman encuentra en el concepto de «respeto a las mujeres» el efecto del clivaje primitivo en la psiquis masculina de esas dos imágenes inconciliables de la mujer: la mamá y la prostituta: falta de respeto por la prostituta rebajada en el acto sexual, respeto por la mamá supuestamente virgen. Esto nos lleva a nuestras consideraciones anteriores: al parecer, el hombre occidental mantiene siempre un antiguo fondo católico imaginando a su madre como una virgen, con excepción de todas las demás mujeres. «Todas putas, salvo mi madre. ¡Santa mujer!».

Pero ¿por qué tendría un sexo el monopolio moral del respeto del otro, de una categoría particular, y unilateral, de su respeto? Se puede entender ese monopolio como un efecto de la inversión ideológica, según Marx.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.